Los suelos vinílicos son la última tendencia decorativa. Y no nos extraña, porque su enorme variedad de diseños, su belleza, su versatilidad y su facilidad para instalarlos los convierte en la opción perfecta para aquellos que quieran cambiar el aspecto de su hogar sin demasiados quebraderos de cabeza.
Antes de ponerte manos a la obra seguro que te han surgido mil dudas sobre cómo conseguir ese deseado cambio de look para tu hogar.
Y para eso estamos nosotros, para contarte todo sobre los suelos vinílicos: ¿qué son?, ¿qué tipos de suelos vinílicos hay en el mercado?, ¿qué has de tener en cuenta a la hora de elegir el suelo vinílico? O si, por ejemplo, puedes poner suelos de vinilo para el baño o para la cocina.
¿Qué son los suelos vinílicos?
Es posible que en alguna ocasión hayas asociado el suelo de vinilo con un suelo de plástico de calidad inferior. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido que en la actualidad el suelo vinílico sea una alternativa más barata y de alta calidad. Además, en el mercado hay disponibles una gran variedad de diseños de una gran belleza que se adaptarán, sin duda, al estilo que le quieras dar a tu casa.
Los suelos vinílicos están hechos a partir del policloruro de vinilo, un plástico sintético, mayormente conocido como PVC, que contiene carbono, hidrógeno y cloro.
Están formados por un núcleo central que es el que le da la estructura y solidez al producto. Sobre este núcleo se superponen diferentes capas: una de ellas es el vinilo sobre el que se imprime el diseño o material que imita de una forma muy realista (madera, mármol u otro, la oferta disponible es increíble). Finalmente, sobre este vinilo se superponen diferentes capas cuyo objetivo es proteger el suelo del desgaste, de los efectos de la luz, etc. En definitiva, la capa protectora que hará que el suelo vinílico aguante durante mucho tiempo.
¿Qué tipos de suelos vinílicos hay?
Una primera aproximación a los suelos vinílicos puede causar desconcierto, puesto que existen infinidad de nombres para referirse a ellos: suelo vinílico, lama vinílica, tarima vinílica, suelo de PVC, suelo de vinilo, loseta vinílica y un largo etcétera.
Sin embargo, la mayoría de estos nombres acaban siendo sinónimos, porque no es que existan tantos tipos, sino que los fabricantes han utilizado diferentes términos para designar al mismo producto y suelen hacer referencia al formato en el que se presentan.
Sí que es verdad que hay diferentes tipos de suelos vinílicos, pero no os dejéis abrumar por la terminología: ahora mismo vemos cómo distinguirlos.
En líneas generales, podríamos distinguir entre dos tipos de suelos vinílicos atendiendo a su formato: así, encontramos los suelos vinílicos en rollo y los suelos vinílicos en forma de loseta (placa) o lama. Y dentro de cada tipo, podemos hacer una distinción según la forma de instalación: vinilos authoadhesivo o en click.
Una característica común a los dos tipos de suelos vinílicos es la amplia variedad de diseños que hay en el mercado: desde colores de todo tipo hasta imitaciones realistas de materiales como el mármol, el terrazo o la madera, incluso texturas variadas, diseños infantiles, etc.
Suelos vinílicos en rollo
También los podéis encontrar con el nombre de vinilo al corte o a metros. Se trata de rollos de vinilo hechos de PVC con una anchura que va desde los 2 a los 4 metros y con un espesor y capa de uso variable.
Una de las características principales de este tipo de suelos vinílicos es que son muy fáciles de limpiar y son impermeables, por lo que son ideales para lugares en los que haya agua o humedad, como la cocina o el baño.
Sin lugar a dudas es el tipo de suelo vinílico más barato, pero tienen un inconveniente y es que el suelo sobre el que se instala ha de estar liso y nivelado. Además, el suelo se ha de encolar, por lo que el proceso de instalación puede ser más costoso. En este post puedes saber las ventajas y desventajas de utilizar el suelo vinílico de rollo.
Suelos vinílicos en losetas o lamas
Aquí podemos distinguir dos tipos en función del tipo de instalación:
Suelos vinílicos autoadhesivos: también los podéis encontrar como lamas vinílicas adhesivas. Estas se adhieren al suelo como si fuesen una pegatina, por lo que en principio no has de preocuparte por añadir cola ni otras sustancias. Sin embargo, para que se adhiera bien el suelo ha de estar nivelado y no ha de ser una superficie porosa. En el caso de que lo sea, tendrás que utilizar tapaporos.
Suelos vinílicos en clic o lamas de vinilo en click: las lamas encajan unas con otras a través de un sistema de click. La gran ventaja de este tipo de suelo vinílico es que se puede instalar sobre todo tipo de superficies, incluso en aquellas no niveladas, siempre que el espesor de la lama sea, al menos, de 5mm.
Su instalación es muy sencilla, apta para aficionados. Además no necesitarás herramientas especiales –tan solo un cúter para cortar los sobrantes– y la preparación que hay que hacer del suelo es mínima.
¿Qué cosas he de tener en cuenta a la hora de elegir el suelo vinílico?
Lo primero que tendrás que elegir, obviamente, es el color o textura que desees para tu suelo. Todo dependerá del estilo –más moderno, más rústico, más industrial, etc.– con el que quieras dotar al espacio que vas a redecorar.
Puedes buscar inspiración para encontrar tu suelo vinílico en Ikea, porque ellos son los reyes a la hora de darle una vuelta a las estancias del hogar y saben cómo utilizar las diferentes texturas para dar estilo y personalidad.
El segundo paso es pensar en el uso que le vas a dar, ya que no es lo mismo un piso en el que vive una pareja sin hijos que otro en el que vive una familia de 4 miembros y un perro. Para elegir el suelo correcto en función del uso que le vayas a dar te has de fijar en la característica «capa de uso», que no es otra cosa que la resistencia. Así, cuanto mayor sea la capa de uso, mayor será la resistencia. Por ejemplo, para un uso muy intenso se recomienda una capa de uso de 0,55 mm y para un uso moderado estaría bien una capa de uso entre 0,08 y 0,2 mm.
Otro elemento a tener en cuenta es el espesor, el cual hace referencia al grosor. Esto lo tendrás que valorar en función del suelo sobre el que vayas a situar las lamas vinílicas, ya que, por ejemplo, como hemos comentado, las lamas vinílicas en click necesitan un espesor de 5mm si el suelo no está nivelado.
El espesor también afecta sobre el impacto sonoro de la pisada. A mayor grosor, menor ruido.
Finalmente, el tipo de instalación también ha de ser algo a tener en cuenta. Está claro que el suelo vinílico click es mucho más fácil de montar que el suelo de vinilo en rollo. Pero son muchos los factores que pueden influir: el estado del suelo sobre el que lo vas a poner, la prisa que puedas tener por ponerlo, etc.
Si tienes dudas, te hemos preparado una guía para que elijas el mejor suelo vinílico para ti.
¿Puedo poner suelo de vinilo en cualquier habitación?
La respuesta es sí. Los suelos de vinilo son aptos para baños y cocinas, porque aunque estos sean espacios en los que abunda el agua, la humedad e incluso la suciedad, la resistencia que presentan es infalible.
Si tienes mascotas tampoco has de preocuparte, el suelo vinílico, los perros y los gatos se llevan genial: escoge una baldosa resistente y no tendrás que preocuparte por nada.
¿Dónde puedo comprar suelos vinílicos?
Hoy en día puedes encontrar suelos vinílicos en multitud de tiendas especializadas, como por ejemplo, Leroy Merlin, Bricodepot, Aki o Bricomart. La ventaja de comprar en estas tiendas es que tienen una gran oferta de suelos de vinilo y te pueden asesorar de forma personalizada.
Si no tienes oportunidad de visitar una tienda física o si tienes ya una idea clara de lo que quieres, puedes comprar el suelo vinílico online. En Amazon, por ejemplo, estás disponibles algunas de las marcas de mayor calidad como la francesa Tarkett o la alemana Parador, así como otras marcas que también ofrecen grandes resultados. Si quieres saber más, hemos preparado una pequeña guía con los lugares en los que puedes comprar suelo vinílico y las marcas que lideran el mercado.