Seguramente ya tienes claro que el suelo vinílico es la opción más barata y elegante para vestir el suelo de tu casa u oficina, pero «¿y ahora qué? ¿por dónde empiezo?», te preguntarás.
Para eso hemos preparado esta guía, para ayudarte a elegir el mejor suelo vinílico para ti.
Decidir qué suelo vinílico es el mejor no ha de ser un quebradero de cabeza. Antes de nada te has de hacer una serie de preguntas que te guiarán hacia la solución más óptima para ti. ¿Estás preparada?
¿Qué estilo decorativo te gusta?
Industrial, rústico, vintage, minimalista, moderno, nórdico… existen tantos suelos vinílicos como estilos. En realidad son muchos más, porque dentro de cada estilo hay cientos y cientos de variedades y colores.
En realidad esto es un avance que se ha conseguido gracias a las nuevas técnicas de impresión, que permiten reproducir fotografias con un gran realismo. Estas fotografías son capaces de plasmar la belleza de la madera, por ejemplo, con todos sus matices, de una forma increíble.
Te recomendamos buscar inspiración en Pinterest o en catálogos decorativos como el de Ikea, porque seguro que allí encuentras las combinaciones de colores y texturas que siempre has soñado.
Una vez elegido el estilo que más te gusta, el color y la textura –o tener una idea aproximada de lo que quieres– es hora de pasar al siguiente paso.
¿En qué habitación lo vas a poner?
El suelo vinílico es apto para cualquier habitación: cocina, baño, salón. De hecho, es muy habitual utilizarlo en locales comerciales (¡incluso en cafeterías!). Y es que su impermeabilidad y facilidad de limpieza lo convierten en un suelo ideal para espacios con mucho movimiento.
Eso sí, a la hora de elegir qué suelo vinílico comprar has de valorar el tránsito que tendrá la habitación de forma habitual para así determinar la resistencia que necesita. Por ejemplo, el baño y la cocina son zonas de mucho tránsito, además de que es más habitual que este suelo se moje. Por eso, para elegir el mejor suelo vinilico has de tener en cuenta la capa de uso que indica el fabricante.
Existen diferentes tipos de capa de uso. Piensa en esta capa como en grado de resistencia del suelo. Así, a mayor capa de uso, mayor resistencia.
Piensa entonces en el tránsito que habrá en el lugar que tienes pensado instalar el suelo y toma nota de la capa de uso que necesitas.
- Zonas de poco tránsito: si el suelo es para una segunda vivienda o si en casa sois una pareja, o para una persona sola, necesitarás una capa de uso de 0,07 a 0,2 mm.
- Zonas bastante transitadas: para casas de familias con hijos o para zonas por las que pasas habitualmente necesitarás una capa de uso de 0,2 a 0,3 mm.
- Zonas muy transitadas: si sois una familia con hijos, mascotas o si es para un local comercial por el que pasará mucha gente, necesitas una capa de uso de 0,55 mm. Si vas a ponerlo en la cocina o en el baño, definitivamente, esta es tu capa de uso.
Otro aspecto a tener en cuenta es el grosor de la lama vinílica. En este caso, a mayor grosor, mayor resistencia y, por tanto, mayor estabilidad. Por tanto, para zonas muy transitadas lo ideal son las láminas vinílicas en click con mayor espesor (encontrarás lama con un grosor entre 2,5-5 mm).
Instalar el suelo vinílico ¿te atreves?
Antes de adquirir el suelo vinílico has de pensar en la instalación, ya que existen diferentes tipos de suelo en función de la instalación:
- Suelo vinílico en rollo: no apto para principiantes, sobre todo si es para una habitación grande.
- Suelo vinílico autoadhesivo: son lamas o losetas que se pegan al suelo como si fuesen pegatinas, aunque pueden requerir un trabajo previo de nivelación.
- Suelo vinílico en click: son lamas o losetas que tienen un sistema de encajado tipo click, es decir, encajan unas con otras. Este, sin duda, es el más fácil de instalar y podría hacerse sin ayuda y con pocas herramienta y material.
Si te surgen dudas o si crees que es una aventura demasiado arriesgada, no te preocupes, pide que te lo instale un profesional. Verás que es más barato instalar este suelo que cualquier otro.
Comodidad y confort del suelo vinílico
Para conseguir un suelo vinílico cómodo y confortable necesitarás tener en cuenta algunos aspectos. Ten en cuenta que las decisiones que tomes antes de la instalación influirán en la sensación que tendrás cuando camines sobre el suelo. La sensación de calidez que obtengas, vayas descalzo o no, depende, no solo del suelo que elijas, sino de lo que inviertas en la preparación del suelo sobre el que lo vas a instalar.
Si es un suelo de cemento y pones un vinilo finito, la sensación de pisada no será muy agradable. De hecho, te parecerá que caminas por encima de un suelo de piedra.
Por tanto, cuando partes de un suelo base de cemento, es conveniente optar por un suelo vinílico más grueso o incluso incorporar una base de espuma que funcione como aislante térmico y sonoro.
Existen algunas lamas vinílicas de gama alta (de la marca Parador, por ejemplo) que ya incluyen una capa de corcho que funciona como aislante acústico. En este caso ya no necesitarías preocuparte de añadir nada más a la base.
Si el suelo base sobre el que vas a instalar el suelo vinilico ya es de madera o azulejo, escoge una lama gruesa y así, sin necesidad de incorporar una base, tendrás también la sensación de pisada cálida.