Estás buscando un suelo barato, resistente y atractivo y has llegado hasta aquí con una duda: ¿cuál es mejor: el suelo vinílico o el suelo laminado?
En este artículo vamos a explicarte las diferencias entre ambos y los aspectos que has de tener en cuenta para elegir uno u otro. Verás las ventajas y desventajas de cada uno de una forma muy rápida, así podrás saber cuál se adapta mejor a tus necesidades. ¡Adelante!
Diferencias entre el suelo vinílico y el laminado
Material y resistencia
El suelo de vinilo está hecho de un núcleo hecho a base de material sintético y está recubierto de diferentes capas. Una de ellas es la capa de vinilo hecha de PVC –la capa impresa– y sobre esta se colocan dos capas transparentes que sirven para proteger la pieza del desgaste y del uso. El mercado ofrece suelo vinílico de diferentes grosores que van desde 1,5 mm hasta los 6 mm.
El suelo laminado, por su parte, es muy similar en cuanto a la estética y a la forma de instalación en click, aunque su grosor varía desde los 6 mm a los 12 mm. Pero difiere en un aspecto fundamental: la madera es uno de sus componentes principales. Los suelos laminados se fabrican con fibras de madera y resinas comprimidas y después se añaden, el diseño impreso y las diferentes capas protectoras de plástico transparente.
Así pues, el hecho de que la madera sea el componente principal del suelo laminado lo convierte en un material poco recomendado para lugares con humedad como puedan ser la cocina o el baño.
Por tanto, mientras que el suelo vinílico se puede instalar en cualquier parte de la casa, el suelo laminado no.
Atendiendo a este dato sobre la humedad, nuestra recomendación es que instales suelo vinílico para baños en vez de suelo laminado.
¿Y qué pasa con la cocina? Pues depende. Tendrías que buscar un suelo laminado muy resistente –el fabricante te indicará si es apto para lugares húmedos– o estar muy pendiente del agua que cae para secarla en seguida. Pero de nuevo, te recomendamos el suelo de vinilo para la cocina porque es verdaderamente resistente y fácil de limpiar.
De todas formas el hecho de que el suelo vinílico sea apto para zonas húmedas y resistente al agua no lo hace apto para el exterior. En el caso de estar buscando un suelo de vinilo para el exterior tendrías que irte a un suelo tipo composite o tipo el suelo exterior Runnen de Ikea.
Limpieza
A la hora de la limpieza, el suelo de vinilo es la mejor opción. El suelo laminado se ha de limpiar con una mopa o, como mucho, con un trapo o fregona húmedos. El vinílico, por su parte, es más fácil de limpiar y permite pasar la fregona sin problemas, incluso con los productos de limpieza apropiados.
Durabilidad
Si estás pensando en la durabilidad del suelo, el suelo vinílico es el que te va a dar mejor resultado, puesto que está hecho de un material flexible. Eso sí, para que dure mucho tiempo impecable ha de ser un suelo vinílico de calidad, sobre todo si lo instala en zonas de mucho tránsito. Ten en cuenta también que si es suelo vinílico autoadhesivo es probable que alguna lama o loseta se acabe despegando. El que más tiempo dura es el suelo de vinilo click.
El suelo laminado también es resistente y te va a durar mucho tiempo, pero su riesgo de rotura es mayor, además, con el paso de los años verás como se va a ir desgastando con más facilidad.
Si quieres datos más aproximados, el suelo vinílico suele tener una garantía del fabricantes de unos 20 años y el laminado de 5 a 25. Lo importante para que lleguen a cumplir años de una forma digna es un buen mantenimiento e, insistimos, el vinílico es el más fácil de mantener.
Calidez
Tenemos una buena noticia y es que tanto el suelo vinílico como el suelo laminado son aptos para suelo radiante. Eso sí, lo ha de especificar el fabricante, así que fíjate bien.
Eso si tienes suelo radiante. Si no lo tienes, es importante que sepas que el suelo vinílico te aportará una mayor sensación de calidez que el laminado. Esta sensación está muy ligada al tipo de suelo base que tengas, ya que no es lo mismo que haya un suelo de cemento que una capa aislante. Pero a iguales condiciones, el suelo de vinilo da una sensación de mayor calidez.
Diseño
El suelo laminado destaca por sus diseños realistas que imitan la madera, la piedra, la cerámica o casi cualquier material. En muchas ocasiones será hasta difícil, si no eres un especialista, distinguir un suelo laminado de un suelo de madera.
El suelo de vinilo, por su parte, viene pisando fuerte. Aunque hay tipos de suelo vinílico, como el de rollo o las opciones más económicas, cuyos diseños no alcanzan el nivel del suelo laminado, están llegando al mercado modelos de una gama más alta que no tienen nada que envidiar al laminado.
Por tanto, si estás buscando un diseño de calidad, el suelo vinílico de alta gama también ofrece diseños increíbles.
Instalación
En cuanto a la instalación del suelo vinílico y el laminado no hay mucha diferencia siempre y cuando sea suelo de vinilo click, claro. Los dos son muy fáciles de instalar y siguen el mismo mecanismo de encajar una pieza con la otra a través un sistema click.
Has de tener en cuenta que el grosor del suelo laminado puede ser entre 6 y 12 mm. Por tanto, si eliges un grosor elevado, quizás tendrás que acortar las puertas, porque es posible que roce. En este caso, la instalación ya no sería tan sencilla.
La única diferencia es que para cortar las partes sobrantes del suelo laminado necesitarías herramientas un pelín más sofisticadas (una sierra de mesa o una básica), mientras que el suelo de vinilo lo puedes cortar fácilmente con un cúter.
En definitiva, los dos son fáciles de instalar y permiten, incluso, una instalación DIY (que te lo instales tú, vamos).
Precio
Hemos dejado para el final el precio porque queríamos que antes de saberlo valoraras todos los elementos que diferencian uno y otro suelo.
Estrictamente hablando podemos decir que el suelo laminado es más barato que el suelo vinílico.
En Leroy Merlín los precios del suelo laminado oscilan entre 5,89€ y 9,99€ el metro cuadrado o en Bauhaus entre 3,99€ y 14,49€. El precio de los suelos vinílicos está entre 4,89€ y 34,99€.
Teniendo en cuenta que para que un suelo vinílico de el mejor resultado ha de ser de buena calidad, podemos decir que te saldría más caro poner suelo vinílico que suelo laminado.
Por tanto, si estás buscando un suelo barato y fácil de colocar, el suelo laminado es tu opción. En cambio, si estás buscando un suelo barato, fácil de colocar, fácil de limpiar, resistente y fácil de mantener, te recomendamos el suelo vinílico.